¿Te imaginas haciendo eso el resto de tu vida?
¿Por qué te gusta?
¿Publica o privada?
¿En el lugar donde vives o tal vez otro estado?
Almohadas, juego de sabanas, alfombra, espejo, ganchos de ropa. bolso, calculadora, laptop, pizarra de marcadores, tijeras, lapices, marcadores, toallas, sandalias, platos, tazas, cubiertos, envases de comida, botella de agua, productos de limpieza, papelera, cesta de ropa, ventilador, plancha, paraguas, agenda y audífonos.
Pero, se lo ruego, no subraye ni con el lápiz, ni demasiado con el pensamiento.
Soy un efímero y no demasiado descontento ciudadano de una metrópoli creída moderna porque todo gusto conocido ha sido evitado en los mobiliarios y en el exterior de las casas así como en el trazado de la ciudad.
Nada es tan común como creer que los demás tienen parte de culpa de nuestros fracasos, del mismo modo que es también una reacción corriente olvidarnos de aquellos que han tenido algo que ver en nuestros éxitos.
La vida es como un hálito de búfalo en invierno.
El corazón de un hombre es miserable. No es como el vientre de una madre. No sangra, ni se ensancha para hacerte sitio.
El matrimonio puede esperar; la educación no.
Vivo escondido dentro de mí mismo en la vida real, para evitar el dolor y la humillación, pero en cuanto subo a un escenario trato de montar un número apasionado y sentido. Es la hostia.
